Apuntes biográficos/históricosDon José de Letamendi y Manjarrés nació en Barcelona el 11 de marzo de 1828. Su padre, Comisario de Guerra, murió al poco tiempo de nacer aquel y fue la causa de la precaria situación económica de la familia. Por eso el hijo se vio forzado a dar lecciones de repaso de Matemáticas y otras materias elementales mientras hacia sus estudios de Bachillerato.
También durante la carrera enseñó Anatomía, materia a la que pronto se aficionó. En 1852 obtuvo el grado de Licenciado y un año después el de Doctor en Medicina y Cirugía en Barcelona.
Dos años después, por oposición, consiguió una plaza de primer Ayudante y sustituto permanente de la Cátedra de Anatomía y en 1857 la de Catedrático de esa misma disciplina por vacante producida al renunciar el Dr. Seco y Baldor.
Hasta el año 1872 desarrollo la enseñanza de esta materia, acreditándose como excelente maestro.
En esa última fecha, y por concurso de méritos, pasó a la Universidad Central (en San Carlos) como Catedrático de Patología general, cometido que desempeñó durante toda su vida. En esa disciplina adquirió pronto un prestigio mundial, siendo considerado como el auténtico promotor y conformador de esa materia y Cátedra, que hasta entonces no tenia contenido ni delimitación concreta.
En Madrid, por muy diversos motivos, fue, al cabo del tiempo, un personaje famoso y original, extraordinariamente prestigioso e irrepetible no sólo por su valor en la Ciencia y profesión Médica, sino por su actividad polifacética.
Era un inspirado compositor (recordemos su tan discutida «Misa de réquiem»); también era un poeta admirado; agudo periodista y escritor fecundo de toda clase de temas, manejando un léxico perfecto. Higienista, sociólogo y político, economista, literato, etcétera.
En definitiva, una recia y compleja personalidad que cultivaba y abarcaba con fecundidad y perfección todas las ramas del saber y del arte.
SU consejo y asesoramiento era solicitado y deseado por compañeros y particulares y por los miembros de Gobierno y de las grandes Empresas y organizaciones privadas y públicas.
Fue Consejero de Sanidad y de Instrucción Pública, Senador del Reino por la provincia de Tarragona y personaje de gran ascendiente en la vida pública.
Su saber, su ingenio, entusiasmo y genialidad quedaron bien reflejados en sus escritos, conferencias y discursos y en su vida misma.
Como era obligado a la vista de esas excepcionales características, valía y prestigio, la Real Academia de Medicina le eligió como Miembro de Número en la sesión del Pleno celebrada el día 6 de junio de 1881.
Siete años después tomo posesión de su Sillón y Medalla núm. 41 y quedó adscrito a la sección de Medicina.
Su colaboración a las tareas de la Academia fue muy estimada y abundante, con múltiple participación en forma de comunicaciones, discursos y conferencias, etc.
Once años después, el 6 de julio de 1897, recrudecido un proceso crónico que le molestó mucho en los últimos tiempos, originó su fallecimiento, infausto suceso que acaeció en su domicilio de la Plaza de las Cortes, numero 8.
Fecha luctuosa que afectó profundamente a la sociedad española y pérdida inapreciable para la Medicina universal.
Sus restos mortales reposan en la Sacramental de San Justo de la capital de España..
. - Fuente: 202 Biografías Académicas, Valentín Matilla Gómez, Real Academia Nacional de Medicina, Madrid, 1987